miércoles, octubre 30, 2013

La insoportable verdad de la verdad.

He llegado a formarme la reciente idea de que los seres humanos no podemos conocer la verdad, porque nuestras pequeñas mentes no son capaces, al menos no en este estadio de evolución, de entenderla; y si la entendiéramos, no la soportaríamos. Y es por esto que no hay verdades absolutas, es por lo mismo que queremos creer que sí las hay, por eso mentimos, por eso creemos crueles a quienes son honestos, y por eso creamos religiones.

No hay verdades absolutas para los humanos. Todas las verdades que conocemos simplemente son creencias muy bien arraigadas que necesitamos creer para tener tranquilidad y permitir que el mundo siga funcionando como lo conocemos. Además, lo que tenemos por axiomático es simplemente nuestra forma, la forma que tenemos los humanos, para entender eso de lo que habla el axioma. Que dos y dos sean cuatro es una forma que ideamos para entender el mundo y que creemos que es una verdad absoluta porque siempre nos ha funcionado. Pero ya hemos visto que algunas formas que teníamos para entender el mundo y que creíamos verdades absolutas han caído, como es el caso de la física prenewtoniana. Y nada nos garantiza que eso no vuelva a pasar, aunque algunas "verdades" tendrían más probabilidad de caer que otras. Nada nos garantiza que haya algún conocimiento totalmente cierto sin que dependa de los humanos (precisamente, el conocimiento es una construcción humana).

Creo que si existiese algo como "la verdad", una verdad absoluta, real e independiente del ser humano, no seríamos capaces de comprenderla, porque estamos atados a nuestra subjetividad e intersubjetividad, y si una verdad no la creamos nosotros, simplemente no la creemos, porque no tenemos cómo concebirla. Por esto es que el ser humano es religioso por naturaleza, porque hay incertidumbres muy grandes en su vida que no puede llenar con las verdades que conoce, así que le toca inventarse verdades que se escapan a sus formas de verificación existentes y que incluso pone por fuera del alcance de su entendimiento (como es el caso de los dioses y dogmas religiosos) para evitar llevarse sorpresas y desconcertarse.

Y como el ser humano no soporta la verdad, mentimos. Sabemos que las verdades otorgan cierto poder que puede ser insoportable o incontrolable. Sabemos que una mentira brinda más comodidad que una verdad, pues es más fácil de creer ya que las mentiras deben ser verídicas (y esto no es contradictorio, piénselo, para que alguien se crea una mentira, esta tiene que tener una dosis de verdad en sí). Así mismo, cuando las verdades son dichas directamente, las personas se escandalizan, porque están acostumbrados a buscar formas de suavizar y disimular la verdad para hacerla más llevadera (entonces, ¿muchas verdades tienen una dosis de mentira en sí?). Aclaro que las verdades referidas en este párrafo, son las verdades nuestras, no verdades absolutas; ya dije que creo que estas están fuera del alcance humano por ahora.

De todas formas, si existieran (o si han existido) personas que alcanzaran a conocer, entender y, sin perder la cordura, el sentido de la vida, o la vida misma, soportar una verdad absoluta, no podrían hacer más que dos cosas con ella: 1) disfrutar del poder que esta verdad le pueda traer, o 2) enloquecerse al ver que por más que intente abrirle los ojos al resto de la gente, no le creerán, porque él será el único testigo de dicha verdad, así que lo tildarán de loco e ignorarán "la verdad".

Como conclusión de todo esto, creo que el mundo como lo conocemos, es un conjunto de ilusiones que para nuestra condición humana son verdades y que solo podemos reemplazar por ilusiones más estructuradas, porque, a pesar de lo evolucionados que nos creemos los humanos, las verdades absolutas siguen estando muy lejos del alcance de nuestras mentes.

Pero en todo caso, esta solo es una idea mía que se me ha ocurrido por lecturas y películas recientes. Y como no hay verdades absolutas para los humanos, pues creo que esta idea carecerá de valor absoluto de verdad por siempre. Así que ustedes verán si dedican un poco de su tiempo a pensar lo que dije, o si lo depuran inmediatamente. Yo por mi parte expresaré esto hasta el fin de mis días, o hasta que lo deje de creer.